La Escafandra y la Mariposa (Por David)

Los parecidos razonables a este film los encontramos por ejemplificar en las soberbias interpretaciones de Javier Bardem en Mar Adentro, Robert De Niro en Despertares o Daniel Day Lewis en Mi Pie Izquierdo, actores de personalidad y corte similar.
En esta producción la sorpresa definitiva y diferenciación con sus antecesoras radica en las innumerables tomas de cámara en formato plano-secuencias, encuadre subjetivo y realista desde el ojo del actor, recurso que contribuye a desmantelar guiones, razonamientos y juicios previos consiguiendo que nos situemos directamente en el punto de vista del protagonista principal.
Un antecedente comparable de esta técnica o método de situar la lente de la cámara al comienzo irritante la encontraremos en la aún mas tremenda El Pabellón de Los Oficiales de François Dupeyron, ambientada en las mismísimas heridas de guerra que desfiguran el rostro (clave del drama) de un teniente frances.
No obstante Le Escaphandre + Le Papillon es una película admirablemente lucida.
El desdramatismo mostrado gracias a esos tintes cínicos y ensoñaciones dan juego y convierten al film en una maravilla por momentos alucinógena y que reabre nuevamente la eterna polémica eutanásica de matar o morir.
La realidad que provoca el film contrasta en ocasiones sarcásticamente con ese afán de superación o las posibilidades de éxito de todo ser humano y transmite cierta "envidia" hacia sectores desfavorecidos carentes de cobertura social o de un sitio donde recrearse en fantasías individuales, ver tantas atenciones, tantos privilegios, y es que hasta la imaginación desbordante tiene un precio, o que sería de nuestro papillon sin la fidelidad de sus camaradas.
Me sorprendió de esta película aclamada en los festivales su visión positiva de la vida y un innegable deseo de supervivencia mental a la que el director endulzó para goce licérgico si procede de bellas jóvenes sensuales, anhelos y recuerdos familiares, amistades y amores eternos y románticos.
El ojo, la vos y el pensamiento en off de Mathieu Almaric nos introduce en las profundidades de la mente de un hombre al que sólo le queda la esperanza del delirio y la fábula y el resultado de tanto vértigo nos arroja una visión muy diferente desde la perspectiva del personaje.
La acaramelada y erótica presencia femenina encabezada por Emmanuelle Seigner y la corta pero portentosa actuación del gran Max Von Sydow completan el excelente cast.
Julian Schnabel como ya ocurriera en la estupenda Reinaldo Arenas y Basquiat bordea los limites ficticios y exaservados de sus personajes que son reales aunque a veces no lo parezcan, ellos son héroes del pasado siglo, a veces incómodos e inolvidables para la retina del tiempo.

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