No Country For Old Men (Por David)


El año de los villanos (Oscar para Daniel Day Lewis y para Bardem) en el juego de Hollywood 2008.
Comenzaría este comentario por... a Darth Vader le sale un competidor mas estilisado aún. Una especie de road-man-movie, asesino de carretera y destructor de hogares de "gente inocente".
¿Es realmente un monstruo despiadado o un justiciero?, analizando la probable reputación visible y no de los personajes cohenianos me animaría a trazar una linea de atención hacia el público poco pensante que cree en todo lo que percibe su retina.
En un film de los hermanos Cohen no solo hay que mirar con sarcasmo y reír al paleto/a personaje de turno, debemos ir mas allá como este Anton Chigurh que cree en sus principios ácratas, desmedidos, psicópatas...va por ahí acribillando a quien se lo merece?.
Hagamos un ejercicio de imaginación perversa. Acaso el señor de la gasolinera no podría ser un pederasta del desierto, el policía un corrupto, y la esposa/complice una ladrona, por cierto murió realmente?. Nos rasgamos las vestiduras cuando a viva vos propugnamos la pena de muerte por ciertos delitos inclasificables...sexuales, paranoicos, terrorismos de nueva orden, pero cuanto trash hay en la gatera de nuestro subconsciente. No reventaríamos a palos a un violador?, denunciarías a Bin Laden?.
No conozco a nadie que no se sintiera reconfortado por la balazera bajo el sol que propinaba Clint Estwood en sus duelos en ese mismo desierto de arena y sangre que tanta satisfacción morbosa le dio al cine americano, y digo esto porque es una escena representativa de las hazañas del spagueti western que protagoniza Bardem junto a Woody Harrelson un cazareconpensas a lo far west, afortunadamente para nuestro no-héroe, desenfundó primero, o es que la inteligencia ya no nos atrae?. A los que aplaudimos el carisma de los malos malísimos y proclamamos por personajes como Anibal Lecter, si.
Brillante también el personaje del cobarde sherif por parte de Tommy Lee Jones, que aquí aparece sosegado y tranquilo, impertérrito ante lo que sucede, tremendamente sorprendente para la vena interpretativa de uno de los actores con mas nervio del panorama internacional.
En lo que respecta a la actuación de Javier Bardem: cínicamente deliciosa, una mirada para cada ejecución. Mata con ojos de melancolía, ojos de pena, ojos de satisfacción, cual justiciero de la mano divina sacada de las lucidas cabezas cancerberas de los Cohen.
Las películas de estos directores- guionistas lucen por la veracidad con que nos cuentan historias y la manera de introducirnos en las profundidades de todos los géneros cinematográficos sean o no crepusculares y sin desmerecer ninguno, amoldándolos a su obra y semejanza, ironizando lo imposible, burlándose a carcajada limpia del americano medio, todas sus obras son maestras para siempre, esta aunque una adaptación literaria sigue teniendo el encanto irresistible de una película de los Cohen.

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